Hola soy Edward.
En marzo de 2011 perdí a mis dos hijos en un accidente de tránsito, mi hija Angie Catalina mayor tenía 9 años y mi niño Miguel Ángel menor 2 años; con ellos también perdí a mi suegra Cristina, mi suegro Ernesto y mi sobrino de 10 años.
Me vi en la obligación de convertirme en el bastón de mi esposa y ser el soporte que ella necesitaba para salir adelante, lo que me llevó a evadir todo recuerdo y a posponer mi propio duelo por varios años para ayudar a mi esposa en su duelo.
Luego de un tiempo estuve visitando a un psiquiatra, quien me diagnosticó como paciente con ideación suicida y me puso en tratamiento con antidepresivos.
Mi esposa Yuri por su parte recibió ayuda psicológica y contemplaba la idea de volver a ser madre…
Cuando mi esposa decidió someterse a un tratamiento para volver a quedar embarazada me di cuenta que teníamos que seguir adelante y luchar por reencontrarnos de nuevo con la felicidad...
Mi esposa sufrió mucho, se sometió a varios procedimientos médicos, tuvo 3 abortos, 2 embarazos ectópicos y solo la fertilización invitro nos permitió ser padres nuevamente.. Hoy tenemos una hermosa princesa de 4 años.
"La muerte no es el fin, es el principio de la vida eterna"
Los seres humanos atravesamos por diferentes episodios de pérdidas a lo largo de nuestra vida y es nuestra responsabilidad, decidir ser feliz o quedarnos atrapados en esa red de dolor que no nos permite disfrutar de todo lo bueno que el creador tiene para nosotros.
Hoy agradezco a Dios por el tiempo que me regaló con mis hijos, mis suegros y mis sobrinos; y aunque permanentemente deseo tenerlos aquí a mi lado, he decidió aceptar que no es así, que desde el cielo me acompañan y que su recuerdo es mi aliento para fortalecerme y seguir mi camino hasta que mi tiempo se acabe.
He escrito un libro contando esta historia y tomando como inspiración a mi esposa, con el fin de que todas las personas que lo lean, aprendan que si es posible ser feliz a pesar de la adversidad y a esto le llamamos RESILIENCIA.
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