
Gracias a Proyecto IRIS que me ha permitido contar mi historia mi nombre es Teresa Padilla León de Nicaragua
Mi historia es compartir sobre la enfermedad de mi madre, todo comenzó en el 2003 cuando mi madre empezó a sentirse muy mal de salud la llevaban a hospitales, clínicas y no daban el diagnóstico de su enfermedad pero seguimos luchando por ella.
En el 2006 se nos empeoró, yo tuve que viajar a Nicaragua porque yo vivo en Costa Rica mi país de origen es Nicaragua entonces viaje a allá porque mi madre estaba muy mal de salud, cuando llegue les pregunté a mis hermanos que pasaba con mi madre, ellos no me decían nada, entonces yo les dije porque no me dicen nada, si saben que yo soy fuerte, y yo me atreví a preguntarle al médico, él me respondió, tus hermanos no te han dicho nada, y le respondí no, entonces él me dijo tu madre tiene leucemia, yo sentí que mi mundo entero se me vino encima porque dije mi madre está muy enferma.
Yo le decía madre te vas recuperar no importa lo que gastemos, es por tu salud ella me decía no gasten tanto dinero porque si muero, no tendrán para mis funerales, mi padre le decía no me puedes dejar solo, mi madre le contestaba tienes a tus hijas cuidarán de ti, mi padre le decía, ellas están casadas tienen que cuidar de sus hijos, su esposo.
Llegó un día que yo tenía que regresar a Costa Rica, recuerdo esa fecha un 9 de noviembre le dije madre regresaré a Costa Rica otra vez, mi madre me dijo si hija, ya me cuidaste tres meses tienes que a ir cuidar de tu hijo que dejaste en Costa Rica, tu esposo, también recuerdo que mi esposo me decía tienes que regresar aquí, otra vez, yo no quería porque sentía que mi madre no estaba bien de salud, le dije mamita yo tengo que ir a Costa Rica me dijo si hija, llegó el momento que me despedí de ella, la abrazaba y no quería soltarla, porque yo sentía que era el último abrazo fuerte de mi madre.
Así fue yo regresé a Costa Rica, todos los días llamaba por teléfono y siempre estaba pendiente de esas llamadas que en cualquier momento me dijeran, ven que nuestra madre falleció, tenía ese miedo y llegó ese día que recibe esa llamada, no me dijeron que mi madre había fallecido, yo decía mi madre, está todavía con vida, no me querían decir porque yo estaba embarazada, ellos tenían miedo por mi embarazo.

Emprendí mi viaje a Nicaragua, un viaje de muchas horas en autobús, cansada yo solo le pedía a Dios ayúdame Dios para poder llegar y ver a mi madre con vida, llegue a Nicaragua luego emprendí mi viaje a donde vivían mis padres caminando por dos horas, sentía miedo por el embarazo porque tenía dos meses de embarazo y era de mucho riesgo, así llegue con la ayuda de Dios.
Llegando a casa, salió mi padre me abrazaba y me decía hija, me dejó tu madre nos quedamos solos, yo abrazaba a mi padre y luego entré a casa, lo más triste fue ver a mi madre en aquel ataúd fría, yo le tocaba su carita fría y les decía porque está fría en ese momento, no entendía, solo le decía Dios mío ayúdame, lloraba y lloraba, sentía que no podía más recordaba que tenía dos niños pequeños que ellos me necesitaban más, el que llevaba en mi vientre y también mi padre, de tanto llorar reaccioné y les dije a mis hermanos, porque no me decían que mi madre había fallecido, ellos siempre callados, no me entienden que yo soy fuerte.

Pasaron los funerales, yo no fui al cementerio porque tenía miedo por mi embarazo mi padre me dijo, me voy a quedar aquí en casa contigo, no voy a ir al cementerio y me quede con mi padre ahí lloramos y lloramos, me aferre más a mi padre porque ya no tenía mamá.
Y le decía a Dios porque te la llevaste, si era buena madre con nosotros, ayudaba a quien pedía ayuda, no encontraba la respuesta y me preguntaba muchas veces ¿por qué mi madre nos dejó?, luego paso todo y tenía que regresar a Costa Rica tenía miedo de dejar a mi padre en Nicaragua, yo le decía papá vamos a Costa Rica, él me decía no puedo, si puedes y me dijo no hija, vaya usted, yo me quedo en mi casa.
Yo regrese a costa Rica, le dije Dios mío déjame a mi padre unos 10 años para recuperar este dolor, pasaron como 5 años, ya mi padre empezó con su enfermedad y así llegaron los 10 años que yo le pedí a Dios mi padre se agravó tuve que viajar a Nicaragua, dejando a mis tres hijos en Costa Rica, converse con el papá de ellos que me los cuidara, mientras yo iba a cuidar a mi padre, me quedé tres meses cuidando de él, mi padre feliz porque yo lo cuidaba, él decía quiero que solo me cuides vos hija y feliz, pero yo estaba pensando en mis hijos que los tenía tan lejos, así me quedé con mi padre cuidándolo.
Mi hijo lloraba porque les hacía mucha falta, siempre lloraba cada vez que hablamos por teléfono, un día decidí, le dije papi tengo que ir a Costa Rica a ver a mis hijos y me dijo no puedes dejarme solo, porque solo usted sabe cuidarme, tus hermanas se enojan cuando no quiero comer los alimentos y yo le dije tienes que alimentarte, si yo sé, tengo que alimentarme pero a veces no tengo hambre, te entiendo papito entonces conversando con mis hermanas y les dije tengo que viajar a Costa Rica a ver a mis hijos, no les pareció lo que dije, discutimos con ellas porque ellas no querían cuidar a mi padre.
Mi padre me lo decía eres diferente a tus hermanas, yo le dije porque dice eso papá, no me dijo nada, llego el día que yo tenía que viajar a Costa Rica y le dije papi tengo que irme a ver a mis hijos, me dijo si hija, ya no vuelves a cuidarme, yo le dije, si regresaré con tus nietos, ellos te quieren mucho y quieren venir a pasar navidad aquí contigo, me dijo no quiero que venga en navidad, yo ya no estaré para navidad, ese día que yo salí de casa de mi padre, se quedó muy triste, porque yo lo dejaba, es que el decía que yo era un reloj despertador, porque yo siempre estaba despierta cuando él me llamaba, que quería tomar agua, yo estaba muy pendiente de él, eso le gustaba a él me dijo te voy a extrañar mucho, si yo también.
El día que ya no estaba yo, mis hermanas se quedaron cuidando de él, esa noche me decían que él me llamó, diciendo Tere hija quiero tomar agua, mi cuñada se acercó y le dijo no está Tere y él con lágrimas en sus ojos, dijo es verdad no está, siempre les decía me hace falta mi hija, le decían va a regresar su hija, otra vez a cuidarlo, él les decía ya no regresará.
Pasó un mes y me dijeron regresa, mi padre está muy mal de salud, yo no lo pensé y regresé otra vez a Nicaragua, el día que llegué no me reconoció, al día siguiente llegue lo saludé diciéndole buenos días, levántese vamos a bañarse a ponerlo guapo y aquellos ojitos verdes brillaron de felicidad y me dijo regresaste hija otra vez, dije si aquí estoy para cuidarte, me dijo no te vayas más a Costa Rica hasta que yo me vaya de este mundo, yo le dije usted no puede irse de este mundo, no puede dejarme sola y me dijo tienes a tus hijos no estas sola.
Mi padre feliz porque yo había regresado a cuidarlo, lo tengo que llevar al hospital le dije y me dijo no déjame en mi casa, no me lleves al hospital pero yo les dije a mis hermanos hay que llevarlo al hospital, lo llevamos y me regañaba me decía estoy enojado porque otra vez al hospital, yo le decía para que te recuperes de tu salud y me dijo, no ya te dejaré sola con tus hijos.
Pasaron nueve días, muy grave mi padre, yo ya me sentía agotada, porque no dormía día y noche recuerdo ese día jueves amaneció despierto, le hablé, él llamada a sus hijos e hijas a todos y decía estoy feliz, porque están todos mis hijos conmigo, yo decía ves papito, estamos contigo porque te amamos mucho papá pero aquella mirada era muy triste.
Siempre le pedía a Dios que lo ayudara y siempre decía oren por mi, nosotros oramos mucho paso toda aquella mañana, luego yo fui a casa a bañarme mis hermanos estaban ahí y me dicen quédate descansando yo les dije no, no puedo porque yo sentía que mi padre se iba al cielo, llegando al hospital y estaba dormido, mis hermanos y hermanas estaban orando en la capilla del hospital, yo fui hice una oración y le pedí a Dios que si me iba a dejar a mi padre que me lo sanará de esa enfermedad, no quería verlo sufrir más y termine de orar.

Regrese al cuarto donde estaba mi padre, estaba una enfermera, le pregunté qué estaba haciendo, respondió estoy inyectándole un calmante está muy agitado, yo lloraba, la enfermera muy buena me dijo no llores su padre está bien, le dije no mi padre está muy mal, su respiración era muy lenta, agarré su mano yo sentí que él presiono mi mano, lo abrace ya sus ojitos no los abría, me dice una sobrina tía siéntese yo lloraba y lloraba me senté, cuando me dice mi sobrina, mi abuelo se durmió, yo corrí le hablaba, yo decía no, no Dios mío, mi padre no puedes llevártelo todavía, me sentía enojada con todos y dije no me toquen a mi padre entonces los médicos, me decían déjenos hacer nuestro trabajo, sáquenla del cuarto, yo me peleaba con los médicos y luego salieron, me dijeron lo siento mucho no pudimos hacer nada, tu papá falleció.
Entre al cuarto, lo abrase y le dije porque te fuiste papá, cerré sus ojitos verdes, le acomode sus brazos porque no quería que nadie tocara a mi padre, luego llegaron los de la morgue, se lo llevaron en ese momento, yo sentía que mi mundo entero se cayó en pedazos, me sentía vacía destrozada porque decía me quedé sola y lo que más dolía todavía es que mi padre me decía que quería tomar agua y no podía darle agua porque él estaba con oxígeno, yo me quedé con ese dolor y culpa que no puedo aceptar que mi padre murió con esas ganas de tomar agua, cada vez que yo tomo agua, recuerdo y digo y mi padre murió con mucha sed, yo lloro siempre por eso las navidades son las más triste para mí, no lo acepto todavía.
Tuve un sueño con mi madre y mi padre, yo abrazaba a mi padre y mi madre me decía déjalo ir, estamos bien suéltalo y mi madre en el sueño me regañaba que lo dejara, yo no quería soltarlo porque mi padre fue un gran padre que trabajó mucho por sus 10 hijos, un amigo, éramos muy felices con mis padres, un gran abuelo cariñoso.
Dios por algo se lo llevó lo necesitaba en el cielo para que estuviera con mi madre, fueron un bonito matrimonio que solo la muerte los separó pero yo se que ellos están felices en cielo, aunque yo siempre los extraño más en navidad, una historia triste.
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